Like a Rolling Stone. Bob Dylan en la encrucijada
Grabada en el 65, se incorporó a la iconografía de su época con tanta fuerza que sigue evadiendo al tiempo.
El itinerario de Dylan como cantante folk y la prelatura que le habían asignado como «voz de su generación» llegaban entonces a un callejón sin aparente salida: el nuevo paisaje que los Beatles y otros grupos habían diseñado representaba para él un desafío y un llamamiento. Marcus evoca en estas páginas la atmósfera cordial y ferozmente competitiva en que se movían los astros de la música hacia 1965 (año, conviene recordarlo, sacudido también por conmociones como «Help!» o«Satisfaction»), Dylan vibraba en ese medio, absorbía todas las influencias, reaccionaba a todos los estímulos y supo destilar la energía, la rabia y la ansiedad que lo embargaban en una composición de seis minutos que cincuenta y siete años después permanece como un hito imborrable en la memoria (no solo musical) del hombre contemporáneo. Aquí se narra la aventura de esa canción.