7 es el resultado de volver al origen, la nostalgia de un acto de composición inocente sin presiones externas.
Catálogo
Victoria suena más refinada que nunca, con una escultura vocal cuidadosamente tallada y comprime energía en el templado aroma de la melodía.
Las canciones conforman su «pequeño mundo» por méritos propios, uno decididamente más oscuro y también más espiritual.
Mudarse a New York significó para los miembros de Beach House alcanzar un grado de intimidad creativa casi física
Un disco pensado para ser escuchado del tirón, dejándose llevar por él, cada canción sucesiva elevaba el nivel.
Poemas dónde enfrentar la soledad le dio vida a la poesía que se sobreponía al horror de la vida y sus excesos.
El lenguaje poético, el verso expresivo, la ironía anarquizante y el trazo imaginista se reúnen en esta obra.
Plantea la civilización como una causa perdida. Una novela autobiográfica que desvirtúa el sueño americano.
Segunda parte de su colección de «relatos de locura cotidiana» que le valieron una inmediata popularidad.
Eminentemente autobiográfica. Nos cuenta en esta obra otro fragmento de la vida de su alter ego Chinaski.
Nuevos poemas. Este es un minucioso trabajo de revisión del archivo de Bukowski por parte de John Martin.
Sarcásticas observaciones sobre sí mismo, en el que en el machismo de textos anteriores queda erosionado.
Continua presencia de la gran urbe, ciudad infernal, a pesar de estar situada en medio del paraíso californiano.
Una obra que construida al rededor de los celos y por ende, la desconfianza.
El sufrimiento, los celos, los reproches, las traiciones, el hastío, la melancolía incurable, la fugacidad del tiempo hacen parte de estos bellos sonetos de amor.
La tragedia de un príncipe, que ante la fatalidad de las circunstancias explora la venganza, la traición, la muerte, el dolor y el amor.
Una recopilación de los versos más celebres de Shakespeare, llenos de humanidad, muerte, amor y atemporalidad.
«Todo el mundo debería leer la obra Julio César de Shakespeare, al menos, una vez en la vida». -Santiago Posteguillo