La vida es buena si no te rindes
Un clásico de la novela gráfica que explora la nostalgia y la búsqueda de sentido.
Seth emprende aquí un viaje en busca de sí mismo y del sentido de la vida a través de la obra de Kalo, un historietista olvidado de los años cuarenta y cincuenta a quien descubrió por casualidad en un número antiguo de The New Yorker y cuyo trabajo lo obsesiona y le fascina.
Una tarea compulsiva que lo lleva a sumergirse en horas de lectura e investigación, y a repasar pilas de libros y revistas viejos con la esperanza de encontrar algún fragmento del pasado al que poder aferrarse en última instancia. Una aventura, en definitiva, que nos transporta con fuerza y pasión en la distancia y en el tiempo.