Spoon difunde una nueva sensibilidad sonora que implica ruptura y continuidad, creatividad, humor e ingenio.
Catálogo
El productor combina su lucha personal de salud mental con la subyugación en la América negra, una obra de cantautor de trap-jazz.
A pesar de que los himnos están bajo control, las escuchas repetidas revelan que este es uno de sus mejores álbumes.
La ágil voz de Dawn Richard con los exuberantes arreglos de Spencer Zahn, empujan mutuamente a una zona atmosférica nueva para ambos.
Después de seis años de fiestas tremendamente eclécticas en los sótanos de Brixton, Basement Jaxx finalmente lanzó su álbum debut, Remedy.
El tercer álbum de Raphaelle y Alexander se basa en el house y la música disco, clásicos en su examen de los peligros del amor en la era digital.
Una apisonadora sonora, de claro aspecto industrial y sin dobleces, cuida francamente las melodías que esconden las canciones.
Expulsado de su última banda y recién recuperado de una mononucleosis, Vernon llegó a una cabaña con guitarra al hombro.
Ofrece curiosidad instantánea para cualquiera que le guste escuchar a las bandas de rap cruzar los límites de la instrumentación.
El productor Dave Fridmann aporta su toque habitual: más denso que el debut, con armonías aún más imponentes.
La mixtura entre post rock, progresivo, punk y música clásica ha llevado a consagrarse a GYBE en la música contemporánea.
La voz y las melodías, con unas letras inspiradas por la epifanía que tuvo la bajista en un viaje hacia unas cataratas.
Demuestra una vulnerabilidad en donde en partes, hasta admite sentir la necesidad de “tomar aire prestado del mundo”.
Al escuchar a Moses lo primero que salta al oído es el virtuosismo acrobático de su voz aterciopelada y andrógina.
Una de las artistas más importantes de África Subsahariana, quien ha tenido una notable repercusión internacional.
Tradición viva africana se respira en cada uno de estos temas, cantados por la expresiva y aguda voz de Nahawa.
Una exploración metafísica de su música y una transferencia de paciencia al escucha que no tiene tiempo de escuchar.
El siempre tranquilo músico de Toronto se centra en la guitarra a través de una beatífica colección de canciones en cámara lenta.
El cuarto disco de Big Thief no huye de las etiquetas, sino que las abraza casi todas en una onda expansiva.
Este álbum cuentan historias de situaciones en las que todos hemos estado. Historias sobre crecer y cambiar.