
Pop futurista, letras audaces y sonido adictivo en su álbum más arriesgado y eventualmente su joya comercial.
En este quinto disco que por fin completa su primer contrato discográfico, Charli XCX parece que se quiere reir de todo aquello publicando su álbum más pop. Ella misma lo vende como su momento “main pop girl”. Con un imaginario completamente de estrella del cine sacada de un blockbuster (bikinis, sangre y accidentes de coche), Charli sabe lo que hace siendo la mejor en este juego. Nunca ha tenido pudor en admitir que creció escuchando a leyendas del pop como Britney Spears o Lady Gaga -a pesar de los prejuicios que se tienen frente a dicho género-, y eso se ve en “CRASH”. Pero lo que fascina de Charli es su maravillosa forma de mezclar ese sonido tan clásico del pop del pasado con pequeñas sutilezas que lo hacen suyo. Un verdadero “Future Nostalgia” mucho más visionario que el de su compañera. Y ahí es donde vemos no solo pinceladas de Sophie, sino del colectivo PC Music que tantos talentos ha sacado a la luz como A. G. Cook, Kim Petras o Caroline Polacheck, algunos de ellos presentes incluso en el tracklist. Sin ser tan experimental como otros trabajos suyos como “Pop 2” o “how i’m feeling now”, este álbum continúa mostrándonos a una Charli en plena forma en temas como “Every Rule”, “Constant Repeat”, “Lightning” o “Used To Know Me”. Debe ser muy complicado estar constantemente cruzando la línea entre pop mainstream y experimental, sobre todo si lo que buscas es al fin y al cabo vivir de esto. Charli XCX ha jugado durante toda su carrera en ambas ligas, yéndose de gira mundial con Taylor Swift o haciendo un disco desde cero en pleno confinamiento con recursos más bien limitados. Y lo increíble es que, en ambos campos, ella aprueba con nota. La cuestión es saber en cuál de ellos se siente más satisfecha y libre. En cualquier caso, Charil puede dormir tranquila sabiendo que su arte siempre será especial y contendrá su sello personal. Porque una mente creativa como la de una persona que lleva firmados cinco álbumes y dos mixtapes con tan solo 29 años no es lo más habitual. Que nunca se apague esa llama que tanta frescura y esperanza aporta a un género tan históricamente encorsetado como el pop. Sophie estaría muy orgullosa.