En el jazz y el rock existe un trono sagrado para quienes tocan rápido. Johnny Griffin tocó rápido, muy rápido.
La evidencia está aquí en el primer álbum de Griffin, Introducing Johnny Griffin. Es una fecha de 1956 con un cuarteto que incluye a Wynton Kelly al piano, Curly Russell al bajo y Max Roach a la batería. Durante 70 años, Griffin fue un gigante del jazz y este álbum, el primero como líder, se encuentra entre los mejores.
Griffin sabía tocar muy bien una balada. Su sonido es conmovedor y con mucho cuerpo. Dos números en particular: "These Foolish Things" y "Lover Man" (sí, el mismo "Lover Man" que Billie Holiday inmortalizó unos años antes) muestran el hermoso tono de Griffin.