La oda Lo-Fi capitalina sobre las desventuras en la ciudad de las incertidumbres. Espacial y contundente.
Catálogo
Fuera de toda ironía es un gran álbum. El equilibrio entre sonidos electrónicos y riffs acústicos es elegante y sobrio.
Un rock suave de estilo lo-fi y con ciertos toques fuzz que encaja a la perfección con el aura skater australiana.
Un rock suave de estilo lo-fi y con ciertos toques fuzz que encaja a la perfección con el aura skater australiana.
El artista de Montreal, Québec, nos presenta un nuevo EP tan inquietante y misterioso como él mismo.
No todos los experimentos en Lese Majesty funcionan, pero cuando lo hacen, los resultados son espectaculares.
Este es talvez el último disco que brilla con una luz muy intensa en la discografía de estos genios británicos.
Una ochentosa pero profunda exploración sobre el anhelo y el dolor por el amor no correspondido.
El Soundtrack del documental aclamado por la crítica, dirigido por TG Herrington y Danny Clinch.
Una de las grabaciones más emblemáticas de Blue Note publicadas durante la época dorada del jazz estadounidense.
Pese a ser clave en el desarrollo del piano de bebop. Elmo Hope pasó desapercibido a lo largo de su corta vida.
Un descomunal álbum de seis canciones que parecen avanzar ajenas a cualquier coordenada de espacio y tiempo.
A pesar de su espíritu aventurero en sus primeros álbumes, nunca llegó tan lejos en la interpretación "libre" como aquí.
Obra de vanguardismo y abstracción, con los bruscos acordes y el arte más deslumbrante artista de Chicago, Illinois.
El dúo de Yorkshire reflexiona sobre la madurez, el paso del tiempo y la necesidad de conectar con los demás.
Álbum hipnótico e inmersivo, catalogado como "cumbia digital", ofrece una mezcla intrigante de pasado y presente.
Una singularidad, puesto que hablamos de trap malandro y reggaetón discotequero en un álbum de autor.
Este disco va más allá del regreso de Sufjan como cantautor folk, también a su amor por la electrónica y el pop barroco.
La banda mexicana abren las puertas a un mundo audaz, lleno de experimentación sonora y emocional.
Un viaje cautivador a través de un áspero terreno de iglesias, cárceles, bares de motociclistas y las minas de carbón.
En el jazz y el rock existe un trono sagrado para quienes tocan rápido. Johnny Griffin tocó rápido, muy rápido.
Un muy buen álbum para relajarse. Se crea un único estado de ánimo de melancolía para todo el disco.