La banda de formada en 1967 en Florida, logran en su segundo LP un country-pop más fresco que nunca.
Música
La banda de Waukesha decide pasar al siguiente nivel en términos comerciales y artísticos en su segundo lanzamiento.
Un reencuentro con la memoria. En este trabajo Julio conecto más las vocales con la experimentación sonora.
Sin duda una obra mayúscula, elaboradísima, tan instantánea como compleja. Poliédrica, sabia, exuberante.
Después de cambiar su estilo en gran parte de sus albumes, Veléz se aventura al rock suave con un toque disco.
Una epifanía de los sonidos que pululaban entre el púrpura de la vestimenta hippie y del ácido en su momento álgido.
El álbum de la banda de Detroit alcanzó el puesto 104 en la lista de álbumes Billboard 200 el 24 de septiembre del 88.
El quinto y último álbum de estudio de L&M es la confirmación de todas las posibilidades de su asociación.
Burhenn ofrece un poderoso soul teñido de gospel blanco con tonos de blues, country y guitarras resonantes.
Ha recopilado una muy buena colección de canciones y las interpreta con la cantidad justa de pulido.
El cuarto album de estudio del londinense Goodhand-Tait es una gran vistazo a su lado mas progresivo.
Un álbum sobre el poder transformador del amor y cómo ha cambiado la vida del cantante a un nivel profundo.
Las sensibilidades folk avanzadas de Ian son progresiones emocionales. Presencia vocal y energía interpretativa.
"Nos sentimos como portavoces; no somos mujeres liberales como tales, pero hay cosas que las mujeres deben decir".
Con un dominio casi consumado de sus poderes vocales, Linda Ronstadt canta con más pericia que nunca.
El regreso de los bulldogs de Daryl Dragon y Toni Tennille , quienes aparecieron en su primer álbum.
Caracterizado por ser un auténtico maestro de la percusión vocal y del scat, estilo heredado del jazz tradicional.
Nostalgia, americana y más. Además, contiene temas con Tony Parenti, el primer clarinetista del ragtime.
Una balada majestuosa que explota con la guitarra. Un guiño a la ira, incluso cuando Andrews aboga por la tolerancia.
Un álbum que se bordea de belleza conceptual. Un álbum sobre las cosas taboo, la raza, la pérdida, la melancolía.
La contraparte, complemento y reinterpretación Avant-garde del disco gemelo de Jhon Lennon.
La voz de Matt Berninger estalla junto a las grandes colaboraciones de Sufjan Stevens, Phoebe Bridgers y Taylor Swift.
No es un disco fácil. A medida que te adentras en él se hace denso debido a esa atmósfera agobiante.